Concepción Balmes 2005
La pintora de los sentidos
Esta historia transcurre bajo la brocha de Margarita.
Trozos de algo misterioso, mensajes borrosos, fragmentos de una frase y el ritmo de ese enorme trazo que lo envuelve todo.
Una mancha, sobre otra mancha que van creando esa intensa y segura trama que cubre la tela.
Esta mancha es incansable, está siempre en movimiento como el fuego, ella es como una llamarada, cegadora a veces, otras, pequeña y silenciosa como una brasa, pero siempre está allí, persistiendo sin apagarse jamás.
La fuerza y la magia en la pintura de Margarita provienen del corazón, de la pasión y la honestidad con la que esta artista aborda su trabajo, ésto es lo que la hace auténtica y personal, por eso la llamo una pintura de los sentidos.
El trazo es amplio y firme, el color limpio y directo, la materialidad sutil y densa a la vez, la textura rica y generosa.
Estas características sellan una obra de gran fuerza y magnitud que proviene a la vez de lo físico y tangible, del subconsciente y del mundo sensible.
Creo que el trabajo de un pintor es recoger, clasificar y transformar aquello que proviene del mundo real para reordenar y reinventar el universo a través de su propia mirada.
La obra de esta pintora es claramente un ejemplo de ello.